Entre los motivos que llevan a las empresas a recurrir a una consultora de formación destacan la necesidad inmediata y estratégica de llevar a cabo la transformación digital después de analizar los cambios en el mercado, o bien,la implementación de los avances derivados de la digitalización en la operativa de procesos diarios y cotidianos.
Sea cual sea el requerimiento, la consultora de formación se convierte en agente fundamental a la hora de acompañar y acelerar dicha transformación.
En particular, frente a los siguientes retos:
1. Adaptar la mentalidad de los miembros de la organización a las nuevas condiciones del mercado
El proceso de transformación digital de cualquier empresa requiere impulsar grandes cambios culturales, organizacionales y tecnológicos. Y este impulso debe iniciarse siempre en aquellas personas situadas en las zonas más altas de la pirámide decisoria.
Se trata, en esencia, de que al proceso de digitalización le acompañe un cambio cultural; que suponga la evolución del negocio a todos los niveles, y no únicamente en el tecnológico, aún manteniendo el carácter diferencial de la organización. Este aspecto es clave para asimilar el cambio que propone el proceso de transformación, llevando al núcleo la parte central de cada negocio que, por lo general, va vinculada a la atención al cliente.
La consultora de formación puede ayudar a los responsables de negocio definir e implantar las características clave que debe de tener el cambio, tanto a nivel individual como de equipo, de negocio o de cliente, en el seno dela organización.
2. Desarrollar competencias en la utilización de las nuevas tecnologías
La transformación digital en el mercado ha cambiado la experiencia de venta, la comunicación y la forma en la que la marca se relaciona con su cliente y se adelanta a sus necesidades.
Todos los miembros de una organización necesitan la habilidad de usar herramientas digitales para localizar, evaluar, usar, crear y compartir nueva información. Igualmente deben ser capaz de ejecutar y proponer tareas en un entorno digital, así como evaluar su eficacia para introducir mejoras.
La consultora de formación pone a disposición de las empresas el itinerario formativo que mejor se ajuste a las necesidades de sus profesionales.
3. Introducir en las metodologías ágiles para la gestión de proyectos
Las metodologías ágiles proponen tratar de aproximarnos con el menor riesgo posible a un resultado final satisfactorio y paliar la incertidumbre que generan los continuos cambios. Las organizaciones deben adaptarse a los cambios que no son tenidos en cuenta en los análisis iniciales porqueel porcentaje de fracasos disminuye considerablemente con la implantación de estas metodologías.
Por ello, la inversión en la formación de los empleados en su adquisición y dominio garantiza la competitividad y la correcta adaptación a la constante evolución del mercado actual.
