Desde que a finales de la década de los sesenta del siglo pasado apareció el concepto de capital humano, han sido numerosos los estudios realizados sobre la contribución de la educaciòn al crecimiento económico. Bajo este enfoque, los logros de la formación para empresas se hacen patentes a medio y largo plazo aunque resultan desaprovechados por los empresarios que solo buscan la rentabilidad inmediata de su inversión.

Capital humano

La teoría del capital humano investiga las diversas formas en cómo los individuos, la economía y la sociedad se benefician a partir de la inversión en las personas. Desde el punto de vista económico, se entiende por capital humano a todas las inversiones que mejoran las competencias y las habilidades de los trabajadores.

De aquí la estrecha relación existente entre capacitación, como subproceso en la gestión y en la dirección del capital humano al interior de la empresa, e inversión. Se toma la decisión de invertir en capital humano cuando se tienen evidencias de que dicha inversión va a reportar claros beneficios para la empresa. No se piensa en un gasto que muere en un período contable, sino que se refiere a los costos para desarrollar un proyecto del que derivarán beneficios y utilidades para el negocio.

Éste es un criterio básico que afecta y que se utiliza en cualquier tipo de inversión, también en la de la formación para empresas,

Los activos de la formación para empresas

Como hemos señalado anteriormente, los logros de la formación para empresas se manifiestan a medio y largo plazo.

Estos logros se concretan, tal y como han recogido suficientes estudios, en forma de activos que el trabajador traslada a la empresa en los siguientes aspectos:

• La formación intensifica la adopción y el uso eficiente de nuevos sistemas y medios actuando como un catalizador en el cambio tecnológico y del entorno que lleva al crecimiento económico.
• Los salarios que se obtienen tras una formación para empresas específica dirigida al puesto de trabajo son inferiores al producto marginal del trabajador, siendo la diferencia el rendimiento de la inversión realizada por el empleador.
• Mantener al personal en unas cotas altas de capacitaciòn evita en gran medida los costes de nuevas incorporaciones de personas que cubran los  nuevos perfiles con las mínimas garantías.

Consultora de formación como fuente de rentabilidad empresarial

Invertir en capital humano exige realizar estudios y análisis técnicos precisos que permitan conocer los costos y los beneficios de cualquier inversión que se busque emprender.

En este sentido, la consultora de formación adquiere un valor fundamental al constituir un nexo que garantiza el dinero empleado por la empresa en un proyecto formativo con el desarrollo eficaz del mismo, cumpliendo el objetivo fundamental de que tanto la empresa como el empleado reciban los beneficios de tal inversión.

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