La crisis del coronavirus está obligando a arrimar el hombro a todos los integrantes de la sociedad y los infinitos problemas que suscita se han convertido en escuela y cursos de liderazgo real en los que gobiernos y ciudadanos, cada uno desde su parcela de responsabilidad, tienen el deber de reducir el número de contagios y articular las medidas sociales y económicas que vuelvan a poner el país en marcha con la menor cantidad de secuelas posible.

Una reactivación en la que, en el seno de entidades, empresas e instituciones, también hay mucho que aprender y aportar.

Liderazgo en tiempos de crisis

Las crisis imprevistas y graves, como la actual de salud pública ocasionada por el coronavirus, son útiles para examinar a nuestros responsables políticos, administrativos y corporativos. Representan pruebas de estrés reales sobre nuestras capacidades de dirección, innatas o adquiridas en cursos de liderazgo,  y examinan nuestro auténtico valor como máximos responsables de la planificación y la gestión.

Las  empresas que lleguen a entender este objetivo y lo asuman estarán en primera línea, llevando a cabo acciones responsables y, consecuentemente, saldrán reforzadas de esta situación de emergencia porque los consumidores y demás grupos de interés esperan que los directivos pongan su conocimiento a disposición de la ciudadanía y hagan lo correcto de forma responsable y ética, preocupados por los problemas sociales. Pese a la inevitable pérdida económica inmediata, emergerán habiendo aprendido mucho y ganando una buena imagen de reputación en el entorno.

Nunca olvidemos que el futuro corporativo depende de que la gente quiera sus marcas

 Rasgos de un líder eficaz ante las crisis

Para llevar adelante este reto, los ingredientes imprescindibles, perfeccionables en un curso de liderazgo, son:

• Profesionalidad: Alguien que dirige un equipo debe ser, ante todo, un excelente profesional con razonamiento científico, conocimientos a nivel de experto en el campo del que será reponsable y con capacidad de reacción
• Contundencia: En una situación de emergenia en constante evolución, lución, la capacidad para reaccionar ante los cambios y tomar decisiones es cada vez una cualidad más valorada y necesaria para ejercer un liderazgo efectivo. Entornos de cambios rápidos y alta incertidumbre requieren adoptar una decisión deprisa, incluso anticipándose a las necesidades del problema, darte cuenta de que te has equivocado y volver a cambiar el rumbo.
• Lealtad: Puesto que algunos errores van a ser inevitables, el directivo tiene que asumir que ahora no es momento de crítica, sino de aprendizaje para acertar mejor con la siguiente decisión. Frente a la pérdida de empatía social que producen actitudes de liderazgo poco constructiva, la autocrítica gana consistencia en sus decisiones prsentes y futuras.

Cursos de liderazgo como escuela de perfeccionamiento

La historia, reciente o pasada, está tan llena de modelos de crisis, de situaciones de emergencia como de negocios exitosos y de grandes fracasos. Por ello, los grandes líderes están constantemente aprendiendo sobre algo en lo que pueden trabajar, en una nueva habilidad que dominar, en asegúrarse  de tener la mente abierta a nuevas ideas y posibilidades, perfeccionar el comportamiento emocional inteligente para ser sensible a diferentes puntos de vista.

Si eres líder en estos tiempos convulsos, si te preocupa ejercer la dirección de la manera más efectiva posible, los cursos de liderazgo de ADEK, consultora de formación, son tu oportunidad.

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